El doblaje al español puede ser engañoso, y en el caso de “Hannah Montana”, la serie de TV preadolescente que emiten Disney Channel y Canal 13, es así. En la vida real, en su idioma original, su protagonista está lejos de tener voz chispeante y juvenil. Miley Cyrus, la joven que a los 12 años saltó a la fama mundial gracias a la factoría Disney, que a los 16 decidió romper su lazo con la señal y que hoy, dos años más tarde, busca abrirse espacio en el Olimpo del pop, tiene una voz de temer.
Al teléfono desde Los Angeles, a días de comenzar su primera gira por Sudamérica, Cyrus quiere hacerse escuchar. Con tono seco, registro grave y apenas dejando espacio para respirar, la cantante quiere despejar cualquier duda respecto de qué se verá el próximo 4 de mayo sobre el escenario del Estadio Nacional. No quiere que nadie piense que sobre ese lugar se instalará la artista infantil que alguna vez dijo que su entonces color favorito, el rosado, era una actitud. No. Quien protagoniza la gira “Corazón Gitano” es una sensual intérprete que usa cuero negro, tachas metálicas y medias caladas a la hora de cantar.
“Cuando comencé con el show tenía 12 años. Desafortunadamente, ya no los tengo. Y hoy escribo música que tal vez se identifica más con mis viejos fans que con los nuevos. Pero a ellos les digo que es música divertida también”, dice sobre el show basado en su tercer disco de estudio, “Can’t be tamed” (“No puedo ser domada”), y que sorprendió por primera vez en el festival Rock in Río, celebrado en Madrid en junio de 2010.
-Las reseñas de ese show hablaron del impactante cambio de su imagen.
“Es un show hermoso, con muchos cambios de look. Pero no es nada loco, nada inapropiado. A lo mejor no será del todo entendible para las fans más jóvenes. Depende de la edad. Cuando comencé cantaba canciones para gente de 12 años, que era todo lo que conocía, pero ahora que tengo más edad he cambiado, y no puedo seguir cantando sobre lo mismo”.
-Hay fans que se han choqueado con la mutación.
“¿Sabes? Al final del día es tu vida, y tienes que estar feliz con el resultado de la música que haces. Y ser cantante es sobre ser real. Cuando soy actriz puedo ser lo que quieran que sea, pero en la música no se puede mentir”.
Y sí, Miley Cyrus puede jactarse de una brutal honestidad. La ha demostrado a la hora de hablar de los ires y venires de la relación con su padre y ex manager, el cantante country Billy Ray Cyrus, y también cuando salió a comentar la filtración de un video donde aparecía fumando salvia, una hierba alucinógena que en California es legal. “Nunca dije que era perfecta”, sentenció.
-¿Se arrepiente de algo en su proceso de maduración?
“No me arrepiento de nada. Si alguien va por la vida tratando de ser perfecto, no tendrá sabiduría y no tendrá experiencias. Y yo, al final de mi vida, quiero tener historias fabulosas que contar, y eso no se logra sin cometer errores”.
-¿Pero asume que muchos niños la ven como un modelo a seguir?
“No me siento como un modelo. Sí me gusta compartir mensajes positivos, como estar envuelta en la comunidad, inspirar a la gente, amar lo que haces. Pero nunca le voy a decir a nadie que sea perfecto, porque todos deben cometer sus errores; si no, al final de sus vidas no habrán aprendido nada”.
-¿Qué piensa de las nuevas chicas Disney, como Bella Thorne?
“No sé quien es”.
-¿Qué les aconsejaría a las chicas que le siguen los pasos en esta industria, como Demi Lovato o Selena Gómez?
“Creo que hay tomar cada oportunidad que te dan y disfrutar al máximo el viaje. Mi hermana tiene sólo 11 años, quiere seguir en la industria, y mis papás siempre le dicen que esto es duro cuando estás creciendo. Hay que soportar muchas cosas, comentarios en internet, etcétera. Lo más importante es no dejar de ser un niño. Puedes trabajar en un show y amar tu trabajo, pero cuando éste se acaba, debes desconectarte y jugar. El otro día estaba junto a Justin Bieber, y él decía: ‘No quiero ser como Michael Jackson, no quiero que me arrebaten mi niñez’. Eso me rompió el corazón. Sé que muchos niños tienen este sueño, toman sus cepillos de pelo y se ponen frente al espejo a cantar. Pero a ellos les pido que por favor no pierdan su niñez”.
-¿Y usted pudo disfrutar su niñez?
“Quizás no lo suficiente, aunque mis padres hicieron un esfuerzo por que así fuera. Si me faltó tiempo para ser niña, es porque yo misma no me lo tomé más en serio. Pero, bueno, ahora disfruto mucho lo que hago. Y, como dije, un error no es el fin de mundo”.
Recuerden que muchas veces las palabras utilizadas pueden sonar mucho más duras cuando están escrita, se llama a no tomarse tan literal lo que aparece en esta entrevista.
Fuente: Diario El Mercurio
Al teléfono desde Los Angeles, a días de comenzar su primera gira por Sudamérica, Cyrus quiere hacerse escuchar. Con tono seco, registro grave y apenas dejando espacio para respirar, la cantante quiere despejar cualquier duda respecto de qué se verá el próximo 4 de mayo sobre el escenario del Estadio Nacional. No quiere que nadie piense que sobre ese lugar se instalará la artista infantil que alguna vez dijo que su entonces color favorito, el rosado, era una actitud. No. Quien protagoniza la gira “Corazón Gitano” es una sensual intérprete que usa cuero negro, tachas metálicas y medias caladas a la hora de cantar.
“Cuando comencé con el show tenía 12 años. Desafortunadamente, ya no los tengo. Y hoy escribo música que tal vez se identifica más con mis viejos fans que con los nuevos. Pero a ellos les digo que es música divertida también”, dice sobre el show basado en su tercer disco de estudio, “Can’t be tamed” (“No puedo ser domada”), y que sorprendió por primera vez en el festival Rock in Río, celebrado en Madrid en junio de 2010.
-Las reseñas de ese show hablaron del impactante cambio de su imagen.
“Es un show hermoso, con muchos cambios de look. Pero no es nada loco, nada inapropiado. A lo mejor no será del todo entendible para las fans más jóvenes. Depende de la edad. Cuando comencé cantaba canciones para gente de 12 años, que era todo lo que conocía, pero ahora que tengo más edad he cambiado, y no puedo seguir cantando sobre lo mismo”.
-Hay fans que se han choqueado con la mutación.
“¿Sabes? Al final del día es tu vida, y tienes que estar feliz con el resultado de la música que haces. Y ser cantante es sobre ser real. Cuando soy actriz puedo ser lo que quieran que sea, pero en la música no se puede mentir”.
Y sí, Miley Cyrus puede jactarse de una brutal honestidad. La ha demostrado a la hora de hablar de los ires y venires de la relación con su padre y ex manager, el cantante country Billy Ray Cyrus, y también cuando salió a comentar la filtración de un video donde aparecía fumando salvia, una hierba alucinógena que en California es legal. “Nunca dije que era perfecta”, sentenció.
-¿Se arrepiente de algo en su proceso de maduración?
“No me arrepiento de nada. Si alguien va por la vida tratando de ser perfecto, no tendrá sabiduría y no tendrá experiencias. Y yo, al final de mi vida, quiero tener historias fabulosas que contar, y eso no se logra sin cometer errores”.
-¿Pero asume que muchos niños la ven como un modelo a seguir?
“No me siento como un modelo. Sí me gusta compartir mensajes positivos, como estar envuelta en la comunidad, inspirar a la gente, amar lo que haces. Pero nunca le voy a decir a nadie que sea perfecto, porque todos deben cometer sus errores; si no, al final de sus vidas no habrán aprendido nada”.
-¿Qué piensa de las nuevas chicas Disney, como Bella Thorne?
“No sé quien es”.
-¿Qué les aconsejaría a las chicas que le siguen los pasos en esta industria, como Demi Lovato o Selena Gómez?
“Creo que hay tomar cada oportunidad que te dan y disfrutar al máximo el viaje. Mi hermana tiene sólo 11 años, quiere seguir en la industria, y mis papás siempre le dicen que esto es duro cuando estás creciendo. Hay que soportar muchas cosas, comentarios en internet, etcétera. Lo más importante es no dejar de ser un niño. Puedes trabajar en un show y amar tu trabajo, pero cuando éste se acaba, debes desconectarte y jugar. El otro día estaba junto a Justin Bieber, y él decía: ‘No quiero ser como Michael Jackson, no quiero que me arrebaten mi niñez’. Eso me rompió el corazón. Sé que muchos niños tienen este sueño, toman sus cepillos de pelo y se ponen frente al espejo a cantar. Pero a ellos les pido que por favor no pierdan su niñez”.
-¿Y usted pudo disfrutar su niñez?
“Quizás no lo suficiente, aunque mis padres hicieron un esfuerzo por que así fuera. Si me faltó tiempo para ser niña, es porque yo misma no me lo tomé más en serio. Pero, bueno, ahora disfruto mucho lo que hago. Y, como dije, un error no es el fin de mundo”.
Recuerden que muchas veces las palabras utilizadas pueden sonar mucho más duras cuando están escrita, se llama a no tomarse tan literal lo que aparece en esta entrevista.
Fuente: Diario El Mercurio
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